¿Qué te parece eso? ¡Es algo asombroso!, te cuento un poco más sobre sus beneficios: 
 

Mejora del bienestar emocional: Varios estudios han demostrado que la práctica de la gratitud está asociada con una mayor satisfacción con la vida, niveles más bajos de depresión y ansiedad, y una mayor resiliencia psicológica. Por ejemplo, un estudio publicado en el Journal of Happiness Studies por Emmons & McCullough en 2003, encontró que las personas que llevaron un diario de gratitud durante diez semanas reportaron una mayor satisfacción con la vida y un mayor estado de ánimo positivo en comparación con aquellos que llevaron un diario de eventos neutrales o negativos.

Reducción del estrés: La práctica de la gratitud también se ha asociado con una reducción del estrés y una mejor salud mental. Un estudio publicado en el Journal of Personality and Social Psychology por Emmons & Mishra en 2011, encontró que las personas que practicaban la gratitud regularmente mostraban una mayor actividad en áreas del cerebro asociadas con la regulación del estrés y la emoción.

Mejora de las relaciones interpersonales: La expresión de gratitud también puede fortalecer las relaciones interpersonales y promover sentimientos de conexión y vínculo con los demás. Un estudio publicado en el Journal of Personality and Social Psychology  por Algoe, Gable, & Maisel en 2010, encontró que las personas que expresaban gratitud hacia sus parejas experimentaban una mayor satisfacción en sus relaciones y sentían que podían comunicarse mejor con sus parejas.

Imagina el impacto que podría tener en tu vida si te tomas un momento cada día para reflexionar sobre las cosas por las que estás agradecida. Desde pequeñas alegrías hasta grandes bendiciones, cada día te invita a encontrar la belleza en lo cotidiano y a cultivar una actitud de gratitud.

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